Por un lado, el suelo de la habitación de un niño debe ser seguro para el niño pequeño y, por el otro, debe ser duradero y resistente a los daños.
El suelo de la habitación de un niño debe ser, ante todo, seguro y duradero. ¿Qué material funciona mejor para el piso en la habitación de un niño pequeño?
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El suelo de la habitación de un niño: ¿cómo debe ser?
El suelo de la habitación infantil es una de las superficies más explotadas de la casa. Es en el suelo donde los niños pasan la mayor parte del tiempo jugando, aprendiendo y descubriendo el mundo. Por lo tanto, el suelo de la habitación de un niño debe ser ante todo resistente a los daños (duradero) y seguro para el niño pequeño.
Es bueno si el piso para la habitación de un niño también es universal. A pesar de los cambios en el diseño interior, las preferencias o los requisitos del niño pequeño, el suelo siempre será el mismo: sólido, práctico, atemporal. Y definitivamente, ¡fácil de limpiar!
Por supuesto, al organizar una habitación para un niño pequeño, no solo cuenta su funcionalidad, sino también la estética… vale la pena hacer que el piso encaje con el estilo general y la disposición de la habitación, así como con los gustos de sus pequeño dueño.
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Un suelo para la habitación de un niño – los mejores materiales
A continuación presentamos los materiales de suelo más populares que se pueden encontrar en las habitaciones infantiles:
1. Parquet de madera o suelo laminado
Un suelo de madera en la habitación de un niño es una opción que pocas veces decepciona. Principalmente porque a la hora de elegir un parquet de madera fabricado con maderas duras (roble, fresno) o especies exóticas, estamos seguros de que elegimos un material duradero, ecológico y agradable al tacto (se puede caminar descalzo).
Además, la madera natural es hipoalergénica y antiestática, lo que significa que no atrae el polvo y es fácil de limpiar. Como resultado, es una solución ideal para la habitación de un pequeño alérgico. La principal desventaja de los suelos de madera es el elevado precio y los cuidados que debe sufrir la madera (impregnación, barnizado).
Si queremos evitar esto, podemos optar por una alternativa al parquet de madera, es decir, los paneles de suelo laminados, que son más económicos y resistentes a los arañazos. Además, los paneles del suelo están disponibles en varios colores y diseños (¡también con personajes de cuentos de hadas)!
2. Suelo de corcho
Es una alternativa interesante y cada vez más popular a los paneles y paquetes. Un piso de corcho para la habitación de un niño es suave, flexible y se absorbe bien; garantiza la seguridad del niño durante los juegos y las travesuras diarias.
Los suelos de corcho son muy fáciles de limpiar y no atraen el polvo. Así puede ser en la habitación de un pequeño alérgico. Además, es resistente a la humedad y ofrece un buen aislamiento térmico, por lo que puedes caminar sobre él descalzo.
3. Paneles de vinilo
La alta resistencia a la abrasión, los arañazos y los daños mecánicos, así como un revestimiento suave y agradable al tacto, hacen de los paneles de vinilo el material de suelo perfecto para la habitación de los niños.
A la hora de decidirse por las lamas vinílicas, merece la pena elegir un modelo con un revestimiento antiestático que no atraiga el polvo y sea fácil de limpiar.
4. Forro flexible
La moqueta elástica como suelo en la habitación infantil es otra opción que aporta una buena amortiguación (merece la pena elegir un modelo acabado con una espuma blanda) y es agradable para los pequeños alérgicos.
El piso flexible es un producto bacteriostático y antiestático, lo que significa que no solo no atrae el polvo, sino que también es resistente a hongos y bacterias. El niño puede jugar en él sin miedo.
Los revestimientos de suelo flexibles están disponibles en varios colores y estampados, por lo que es más fácil adaptarlos a la disposición de la habitación de los niños ya sus gustos personales.
5. Cubierta de alfombra
El suelo de moqueta es un material que tiene partidarios y detractores. Por un lado, es suave y tiene una buena absorción de impactos, por lo que un niño pequeño puede jugar con seguridad en él. Por otro lado, el polvo se deposita fácilmente en su interior, aparecen ácaros y bacterias, lo que no es seguro ni cómodo para un pequeño alérgico. Además, la alfombra es más difícil de mantener limpia y no se puede lavar como una alfombra normal.
Sin embargo, si queremos que el suelo de la habitación infantil esté revestido con una alfombra, escoge un modelo con soporte de fieltro que haga que su superficie sea silenciosa y cálida. Además, vale la pena invertir en una alfombra con un pelo corto pero denso de poliamida o velour, ya que resisten la compresión y aseguran una vida más larga de la alfombra.
Si una persona alérgica va a vivir en una habitación con alfombra, podemos buscar modelos hipoalergénicos; son soluciones más caras, pero pueden reducir la acumulación de polvo al caminar sobre la alfombra.